Al suroeste de Arcos de la Frontera, concretamente en el Cerro del Moro, encontramos Sierra de Aznar, yacimiento arqueológico romano que esconde en sus entrañas un gran tesoro: el agua. Debemos rastrear el mundo hispano-romano para percibir la identidad de esta grandiosa ciudad, de la que se ignora su nombre, datada con una cronología que va desde los S. ll a.C, hasta el IV d.C. Entre los S. XII y XIII estuvo ocupado por los Almohades. De entre los restos destaca un complejo sistema hidráulico, denominado Castellum Aquae, cuya finalidad era la captación (caput aquae), limpieza (piscinae limariae) y transporte del agua, todo ello rodeado por vastas murallas. El yacimiento está ubicado en la barriada rural de la Perdiz.